¡Hola! con esta publicación quiero transmitiros el por qué escogí esta carrera, y eso lo haré con un haiku. Un haiku es una composición poética de origen japonés que consta de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente. Los haikus normalmente hablan de temas relacionados con la naturaleza o la vida cotidiana que pasa en un lugar y un momento muy concreto; en este caso es un haiku social.
Mi haiku: Imagen creada con bing
Este haiku resume el valor, la esencia de la educación social para mí. Se trata de la unión de nuestras manos y nuestro corazón con el fin de generar un cambio significativo en la vida de las personas.
Ser educadora social va más allá de aplicar los conocimientos que adquirimos durante los cuatro años de carrera; es un compromiso de ayudar, apoyar y transformar. Me hace escuchar con profundidad, entender las necesidades tanto individuales como colectivas y responder con empatía y con soluciones prácticas. Nuestro objetivo es empoderar a las personas ofreciéndolos herramientas y oportunidades para que puedan alcanzar su máximo potencial.
A modo de reflexión:
La educación social nos hace mirar más allá de lo que vemos a simple vista y poder apreciar lo único y especial de cada persona y a trabajar todos juntos, unidos para poder construir un mundo más inclusivo y justo.
Al igual que un haiku, la educación social nos invita a detenernos, reflexionar y actuar con intención y compasión. Nos recuerda el poder de la unión, la importancia de escuchar y la capacidad de transformar vidas con amor y dedicación.
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